Bistrot Arlequín
Un restaurante francés de barrio.
La calle de Río Nilo, como gran parte de la zona, se encuentra totalmente desecha, está polvorienta, con hoyos, máquinas y marcadores de construcción. Pasando la densa nube de polvo volvemos a encontrar el Bistrot Arlequín.
Nos sorprende su imagen estilo "Temblor de Septiembre" que implica tener todos los muros de yeso descubiertos para dejar a la vista los ladrillos y las columnas de soporte (en muchos edificios de la zona eso se hizo para constatar los daños del pasado terremoto, probablemente este sea el caso del restaurante), toda la estructura se ve en buen estado.
Más allá de la decoración, el servicio sigue auténtico de Paris. Nuestro cero-simpático
mesero se dedica a hacer su trabajo sin mostrar el menor interés en sonreír o hacernos sentir en "casa". El mismo menú de siempre con platillos tradicionales que han hecho famoso este lugar y algunas buenas especialidades del día. Su carta de vinos sigue ofreciendo una buena variedad con algunas opciones a precios muy accesibles – como deberían tener TODOS los restaurantes.
Esta vez probamos el aguacate con camarones, la sopa de cebolla, el Bœuf bourguignon, el salmón rojo (o como le tuve que indicar al mesero porque no entendía, Salmón Rouge.) y de postre el excelente pastel de centro suave de chocolate.
En suma, el Bistrot Arlequín sigue siendo una gran opción para comer/cenar. La calidad de sus ingredientes es de primera y la preparación clásica no ha cambiado. Seguro volveremos.
Encuentra el listado del Bistrot Arlequín en la sección de Cocina Europea.